El tiempo y la llave

El tiempo no es nada.

Estar con alguien un cuarto de siglo no garantiza compartir la misma linea de tiempo, a pesar de habitar espacios comunes, tolerar diferencias, abrazar coincidencias, disfrutar momentos compartidos, admirarse y apoyarse mutuamente en lo que se pueda hasta lograr recíprocamente celebrar alegrias y empatizar tristezas.
Los caminos de la vida no son lo que pensamos que son. Son los que son.
Aceptar esos caminos, solo es posible cuando nos aceptamos a nosotros mismos y reconocemos que el libre alberdrio del otro, es la llave a nuestra propia libertad.





Entradas populares